caigo

Caigo, no me detengo, aferro mis uñas a un pozo sin fondo, aún así nada ocurre, sigo, pero no comprendo el porqué no me detengo, y sigo cayendo en un pozo compuesto de lo real en una realidad absurda y burda, que me genera una exasperación , que me destruye mucho más que el miedo a un golpe con un suelo que creo inexistente pero que aun así me genera pavor pero inclusive un golpe, sería un antídoto eficiente a una desesperación naciente que me carcome  y me hastía además de repugnarme hasta las entrañas. aún así nada lo controla y sólo queda seguir cayendo como causa y consecuencia de todo